Reseña Cómic: Sherlock Holmes & el Necronomicón
Editorial: Soleil
Año: 2011
Guion: Sylvain Cordurié
Dibujo: Vladimir Krstic – Laci
Reseña: Kal-El
Después de su victoria contra Selymes (Sherlock Holmes y Los Vampiros de Londres), Sherlock Holmes ha abandonado Londres. El detective ha adoptado la identidad de Thomas Sigerson para poder participar en una misión científica en el Círculo Polar Ártico, realizando así un viejo sueño. Pero librarse del pasado no es fácil y representa una inesperada amenaza. Las criaturas de las sombras son legiones.
Después de los vampiros, Sherlock Holmes se enfrenta a otro enemigo que aparece como una figura familiar y desconocida al mismo tiempo. Empieza un nuevo combate en el que el conocimiento se convertirá en la mejor arma. Pero existen numerosos secretos en los que el hombre debería protegerse y libros cuyas páginas nunca deberían ser ojeadas.
«Now she's a cool, cool black
She's moves like a cat
If you don't get her game
You might not make it back
She's got the looks that kill
That kill
She's got the looks that kill
That kill
She's got the looks
She's got the looks that kill
She's got the looks that kill»Looks That Kill - Mötley Crüe - 2018
El pasado nunca nos deja. O cada uno de nosotros decide no dejarlo.
Antiguos enemigos regresan (o quizás nunca se fueron) y son impecables.
El mundo fuera de la realidad.
El Necronomicón (en griego: Nεκρονομικόv, en árabe: العزيف ) es un grimorio ficticio ideado por H.P. Lovecraft (1890-1937). Es mencionado por primera vez en el cuento La ciudad sin nombre («The nameless city») de 1921 donde también se indica que su autor fue el «árabe loco» Abdul Alhazred. Necronomicón, neutro singular, es por tanto «(el libro que contiene) lo relativo a la(s) ley(es) de los muertos».
El mundo dentro de la realidad.
Tomo I. El enemigo interior.
Citas:
«Nunca pierde las formas, ¿eh? Incluso ahora su vanidad no pierde la oportunidad de brillar.»
«Para quien sepa escuchar, los muertos se lamentan.»
«Vampiros, muertos vivientes, nigromantes, telepatas. Demasiado para mi espíritu cartesiano.»
«No odie a nadie como usted, Holmes. Lo condeno al peor destino posible.»
Londres, 25 de noviembre de 1891.
Nieva. La ciudad se encuentra sepultada bajo una gruesa capa.
En la antigua construcción de la tonelería, un viejo conocido llega con ganas de tomar venganza. La sorpresa es mayúscula porque le aseguraron que el visitante había muerto. Y lo creyó porque no le habían mentido.
La península antártica, 13 de diciembre de 1891.
El viaje va «viento en popa». He logrado congeniar con la tripulación, me dedico a escribir, mis lecturas se han incrementado y cuento con la amistad de un botánico.
Al desembarcar me veo a mi mismo peleando con Moriarty. ¿Cómo es posible?
14 de mayo de 1892.
De regreso a Inglaterra.
Me siento distinto, algo ha cambiado. Me emociona despedirme de mis compañeros.
Siento la urgencia de solucionar aquello que tengo pendiente, mi regreso no ha pasado desapercibido. Busco a mis antiguos informadores.
Busco pistas y encuentro un contacto, es difícil de describir. Es la primera vez que me falla clasificar a una persona y no comprendo por qué.
Las pistas me llevan a sitios tenebrosos y oscuros, sin embargo, la claridad de la verdad llega. Al fin entiendo que está pasando.
Las piezas se acomodan dejándome en los límites, no puedo dormir, no estoy hecho de esa manera, necesito movimiento, acción.
Un mensajero nos lleva directo a la boca del lobo. Sabemos que es una trampa, pero no podemos dejar de asistir.
Solo hay una solicitud y no podemos negarnos, necesita de manera desesperada el libro (¿Qué libro?).
Soy consciente de que el mal no se puede detener. Lo último que alcanzo a oír: «Veamos si la muerte puede morir.»
Tomo II. La noche sobre el mundo.
Citas:
«Las voces... me hablan de dos impúdicos que son más poderosos que Allah»
«Es tan sólida la construcción como el capitán decida la destrucción.»
Noroeste de Siria, 732.
La búsqueda ha terminado, el árabe loco ha sido encontrado y tendrá que dar respuesta a los preguntas del Califa. Entregaras tu conocimiento, por las buenas o por las malas.
Londres, 18 de mayo 1892.
«Algo» recorre el cielo.
La biblioteca de Londres ha quedado en ruinas.
El poder del libro es ilimitado, me recuperó de mis heridas, de manera asombrosa. Mi sangre corre de nuevo, galopa.
No importa lo que mis enemigos hagan, con el libro en mi poder, puedo hacer lo que desee.
El tiempo de las revelaciones ha llegado... y de las explicaciones, durante 15 años hemos estado juntos, esto no me lo esperaba.
El tiempo se acaba y el bando de Sherlock no cuenta con él, sin embargo no hay nadie más que pueda salvar el día. Necesita ayuda y la obtiene. Es tiempo de ir a la armería, quizás encuentre algo que pueda servirle para enfrentar a los dioses antiguos.
Corramos al punto del encuentro final. No contamos más que con lo que tenemos en las manos y más vale que sea lo único que necesitemos.
Las escaleras llenas de policías muertos, la gente corre calle abajo tratando de ponerse a salvo.
«He visto muchas cosas horribles, en las investigaciones, en las calles, en las salas de autopsias, en los ojos de los criminales desprovistos de humanidad.»
«Entonces me atravesó un rayo de lucidez: una pistola antigua para combatir a los dioses antiguos. ¿Podría enfrentarme a un acto más desesperado?»
Del final, pues... cualquier cosa que te diga le quita el «sabor al caldo», es mejor que llegues por tus propio medios a la sala del Palacio de Buckingham y escuches (leas) lo que la Reina y el Gran Lord tienen planeado.
Ambos tomos debes mirarlos sin prisas, viaja junto con los protagonistas por las calles del Londres victoriano. Disfruta de los recovecos, los espacios oscuros que los edificios del East End. Mientras que en las calles más «iluminadas» (gran trabajo del entintador) se muestran los carruajes jalados por caballos y los cocheros saludando a los clientes, las calles llenas de personas, cada uno de ellos, distinto al que se encuentre enfrente o al lado de él.
Ve despacio, mira el detalle de los grandes espacios abiertos y de las personas que habitan en ellos.
Se agradece que está obra respete el trabajo de Lovecraft: pocos son los protagonistas que logran salir, no sin antes pagar un alto precio, pero aquellos que reciben de frente el golpe de los dioses antiguos, solo pueden tener uno de dos caminos: mueren o quedan locos y está es una condición que acaricia más de una vez al protagonista.
No importa que la historia te «obligue» a avanzar lo más pronto para que puedas para saber cuál es el final que ambos personajes tendrán en esta aventura. Porque lo interesante de esta propuesta es la de tomar a los antagonistas máximos (en varias lecturas se pone de manera clara que Holmes considera a Moriarty como el contrincante digno de su mente) en circunstancias más allá de las capacidades humanas.
Reseña previamente publicada en El color que vino del espacio.
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